domingo, 23 de septiembre de 2018


aún no abiertas contienen una fibra suave y flexible de que fabrican muy buenos chinchorros los naturales de Guayana y el Alto Llano. –«Había nacido como las flores | como la piña, como el cumare.» (Gorrochotegui, Aramare, I). Sin. TUCÚM. Cod., 119.

CUMARÚCO. Sterculia apetata. CAMORÚCO.

CÚNA. Promicrops guasa. Pez del mar Caribe que sumi- nistra un aceite útil para el alumbrado. ||–Pez de las costas de Cumaná, clasificado por Humboldt entre los Lábridos. Sospecha Ernst que sea del género Lachnolaimus. Muy apreciada es su carne. ||–Especie de planta herbácea de Apure. Produce una raíz bulbosa empleada para pescar.
–«Majan una raíz llamada cuna, con la cual embriagan el pescado.» (Rivero, Hist. p. 8). –«Echan en los charcos bien majada la raíz que llaman en español barbasco y en acha- gua cuna.» (Id., ib., 147). –«Dos especies de raíces crían para este propósito (para pescar): la una llaman Cuna, crece al modo de la Alfalfa, y cría la raíz semejante a los nabos, me- nor en el olor y sabor.» (Gum., I, 321; ed). Reff. Cassani. Hist., cap. 7; R. Páez, Travels and adventures, p. 382.

* CUNAGUÁRO. Felis pardalis. Pequeño felino parecido al gato, aunque su cola es más corta en proporción. Tiene cerca de 4 pies de largo, y su piel es rojiza, adornada de manchas negras, oblongas sobre el lomo y los costados, y redondas sobre las patas y el vientre. Se le cree idéntico al gato cervante y al gato tigre. –«Venía el indio de gala, lucía atravesado en los lomos una piel de cunaguaro.» (Urbaneja A., Los abuelos). Reff. Caul., I, 7; Cod., 162. Cf. TIGRITO.

CUNÁRO. Mesoprion sp. Pez del mar Caribe.



CUNURÍ. Cunuria spruceana. Árbol de Rionegro, hallado allí por R. Spruce. Pittier, 202.

CUPÁ. Jacaranda filicifolia. Véase Chingalí. D. t. Cupái. Sin. Guarupa.

CUPAI. Clusia alba. Véase Copei. Voz us. en Cumaná.
Jacaranda filicifolia. Véase Cupá.

CUPÁNA. Paullinia cupana. Sapindáceas. Planta sarmen- tosa de que aprovechan en el Alto Orinoco el arilo del fruto para aderezar una pasta análoga a la guaraná del Brasil. Ref. Cod., 106. ||–Bebida amarga y tónica que preparan los naturales del Alto Orinoco con el fruto de la CUPÁNA. (Véase Michelena, Expl. of., 1: 19). –«Se regresaron a sus conucos | estimulados por la cupana.» (Gorrochotegui, Aramare, I).

CUPÁTA. Planta sarmentosa de la antigua provincia de Barinas, que produce un fruto redondo, comestible. El ca- nónigo Cortés Madariaga la denomina cusputa y describe así la fruta: «Su figura es esférica, y su diámetro de 6 pul- gadas, la corteza verde, con unas manchas amarillas: en el centro contiene una pulpa anaranjada llena de pepitas, a que es adherente aquella: sabe a melón: estas pepitas son achata- das; después de limpias quedan trasparentes como el cristal.» (Diario y observaciones, etcétera, 1811; parágrafo 35).

CUPÉI. Clusia sp. COPÉI.

CUPÍ. Rheedia (Calophyllum) cupi. Gutíferas. Árbol de hojas opuestas, oblongas, obtusas por ambos cabos, ente- rísimas, coriáceas, lampiñas, largas de cosa de 9 pulgadas, costilla gruesa, prominente debajo; venas laterales trans-



versas, semiparalelas; pecíolos lampiños. Alto Orinoco, Ref. Cod., 119.

CUPÍDO. Véase CUPÍS.

CÚPIRA. Pez de río que se cría en Cojedes. Geog.

CUPÍS. Grammadenia alpina. Mirináceas. Arbusto de los Andes, cuya corteza es medicinal. ||–Drimys granatensis. Magnoliáceas. Árbol de hojas pecioladas, acuminadas, muy verdes en el haz y de un color blanquecino en el envés; inflorescencia en pedúnculos axilares solitarios, de flor tam- bién solitaria; pétalos blancos, en número de 12 más o me- nos. Su corteza es aromática y estimulante. Barquisimeto, Trujillo, Mérida. –«En Barquisimeto mezclan el polvo de la corteza con la sal que se da al ganado, en proporción de una onza para una libra de sal: agrada mucho a los animales, au- menta su apetito y mejora su estado general.» (Ernst, La Exposición, 445.), D.t. CUPIDO.

CUPÍS. «Cumbre, altura, la parte más elevada de un cerro o páramo.» (Febres C., Hist, p. 124). D. t. Cupús.

CUQUIRÍTA. Especie de palmera. Ref. Cod., 119.

CUQUIVÁNO. Véase CUCHIVÁNO.

CÚRA. Persea gratissima. AGUACÁTE. Voz chibcha, de poco uso en Venezuela. Ref. Herrera, Décadas.

CURACHÍCHE. Especie de pájaro de Guayana, de color oscuro, muy cantador, que hace sus nidos con barro a imi- tación del GUAIMARÉRO. Guayana, Barcelona. Del arecuna kurachí, lo mismo. Cf. ALBAÑIL. D. t. CURACHÍRA.



CURÁGUA. Brocchinia sp. Especie de bromeliácea del Orinoco, de cuyas hojas extraen una fibra bastante fina con que tejen los indígenas la mejor clase de chinchorros, a ve- ces adornados con vistosas plumas. Guayana, Alto Llano.
D.t. CURAGUÁTE. –«Críase con abundancia una especie de pita que los indios llaman caruata y los españoles cocuiza, de que hay otra especie en Orinoco llamada curagua o cu- raguate.» (Caul., I, 3). Car. y arec. curaua. En calina kú- laua, y en galibi kuláua son nombres de la COCUIZA. En galibi kuráua significa cuerda. Ref. Carv.

CURAGÜÍTO. Pez muy pequeño de la costa de Bar- celona. Fríese como la sardina, hecho una especie de al- bóndiga o budín.

CURÁME. Planta de Guayana que suministra un color negro con que se alcoholan el rostro de los guajibos. D. t. CORÁME.

CURAMÍGUA. Cynosternum scorpioides. GALÁPAGO. Voz cumanagota usada en el Oriente.

CURÁRA. «Árbol que se produce en la sierra, provincia de Maracaibo, y cuya corteza pulverizada, cicatriza dentro del tercer día toda especie de úlceras.» (Pompa, 162).

* CURARE. Veneno muy activo que fabrican varias tribus de la Guayana, en especial los piaroas del Alto Orinoco. Expéndenlo estos últimos en pequeñas calabazas (tapari- tas), y úsanlo para enherbolar las flechas reservadas para la caza. Extráenlo del mavacure, concentrando su jugo por cocimiento y espesándolo con el jugo de otro palo llamado kiragüero. El CURARE no es pernicioso sino cuando se pone en contacto con la sangre. Es opinión popular ya objetada hace unos ochenta años, que el antitóxico más seguro es



hacer beber salmuera y guarapo al paciente, que de ordi- nario tarda 15 minutos en morir. –«Los SS. Boussingault y Roulin han hecho varias experiencias que han probado que la sal no puede ser considerada como un contraveneno del curare, y la opinión de estos hombres ilustres debe hacer muy cautos a los que se fíen en el remedio de la sal o del jugo de caña dulce, puestos sobre la herida y bebidos in- mediatamente.» (Codazzi, Geog., 111). Lo cierto es que aún hoy persiste entre el pueblo la idea del remedio. Voz tomada del car. kurari; en mac. y tupi urári.

CURARÍ. Árbol de la región occidental (Barquisimeto, Zulia), propio para la construcción civil; madera bastante pesada, dura, de color pardusco con vetas más oscuras, bastante compacta: raja fácilmente y es de mucha dura- ción. Probablemente una Bignoniácea. D. t. CURARÍRE. Ref. Fuenmayor, o.c., 4.

CURARÍGUO. Árbol elevado de Portuguesa, que da una madera incorruptible, de corazón pardo rojizo, muy ade- cuada para obras hidráulicas; vuélvese rojiza con el agua de ja- bón y raja a lo largo con facilidad. Es quizá una especie de Tecoma, y corresponde bien al CURARÍ o CURARIRE del Zulia en sus caracteres principales. CURARÍGUA es voz geográfica.

CURARÍRE. Véase Curarí. En Trujillo es el araguaney
(Tecoma chrysantha). En el Zulia, la T. (Tabebuia) serratifolia.

CURÁTA. Curatella americana. Dileniáceas. Árbol ca- racterístico de las llanuras que se extienden a uno y otro lado del Orinoco. Elévase a unos 20 pies de altura; tronco por lo regular tortuoso, hojas apergaminadas, ásperas, como es- meril. Comen su fruto las palomas silvestres. Madera dura, pesada, de un castaño rojizo, jaspeado a causa de los radios



medulares; peso específico 0,805. Sus hojas se usan como papel de lija. Del caribe kuráta, lo mismo. Sin. CHAPARRO. Ref. Gros., II, 371. ||–Arundinaria sp. Voz chaima y macusi, cuyo sentido es cerbatana. Los macusis fabrican de aquella gramínea tales instrumentos.

CURBÁNA. Canella alba. Árbol alto de 30 a 40 pies, cuyo tronco tiene 12 a 18 pulgadas de diámetro; hojas siempre verdes, esparcidas, coriáceas, enteras, lampiñas, lustrosas, espatuladas; flores moradas, en corimbos terminales; péta- los carnudos, mitad más largo que el cáliz; anteras amarillas; baya negra, globosa, con pocas semillas. Madera dura y pe- sada, de color acanelado o pardusco claro bastante unifor- me, con algunas vetas muy poco pronunciadas. Hállase en las montañas del Caroní y Upata. No es al parecer la corbana (árbol de «madera negra», madre del cacao) de que nos ha- bla Oviedo (I, 248), que según cuenta es una Leguminosa. Reff. Cod., 103; Gros., I, 371; II, 379.

CURÉO. Especie de árbol y su madera. Ref. Cod., 119.

CURÍ. Cavia aperea. Subungulados. Pequeño roedor de crá- neo convexo, estrecho por delante, ensanchado por detrás; huesos de la nariz prolongados en forma de puente; agujero occipital circular. Pelaje áspero, luciente, fino, alisado; ore- jas, lomo y patas casi desnudos. Color pardo gris o amari- llento, según la estación. Longitud 26 cm, altura 9. Esta especie es probablemente el llamado RATÓN CURÍTO en Por- tuguesa. En Barquisimeto suele darse este nombre de CURÍ al ACURITO (C. cobaya). La confusión proviene sin duda de la semejanza de los dos animalillos. –«Hay –curíes que son de hechura de ratones excepto que no tienen rabo.» (Aguado,
I, 248). Formas ant. curic, corí. Cas., V, 301; corí, Ov., I,390;
corí, Cast., 1 Eleg. I, 4ª; 1 Eleg. XIV 7º. Gómara y Caste-



llanos mencionan el CURÍ al cual también llama corí el úl- timo (Hist. del N. R., II, 61). La voz es taína: apereá es voz guaraní (cit. por Oviedo bajo la forma apareá) y se usa en la Argentina.

CURÍA. Rhytiglossa caracasana. Acantáceas. Yerba cuyas hojas estrujadas exhalan un olor balsámico que recuerda el de la SARRAPIA. En la industria de confeccionar CHIMÓ suele añadírsele a la pasta en preparación el cocimiento de esa yer- ba. Sinn. MULATÍCA en Portuguesa. YERBA DE ALMENDRA en Cojedes (Hernández Nadal). Quizá la curía de Oviedo (I, 380). ||–En el Zulia es la Dianthera (Rhytiglossa) pectoralis, llamada también Yerba del carpintero.

CURÍA. Bebida fermentada que preparan los indígenas del Alto Orinoco empleando los tubérculos de la BATATA.

* CURIÁRA. Embarcación enteriza, pequeña, ligera, me- nor que la canoa, muy usada en la navegación fluvial. –«Se hallaban los buenos Padres, fabricando su barca, cuando per- mitió Dios que llegase a este sitio una curiara del maestre de plata.» (Rivero, Hist., 299). –Voz de origen caribe: en el insular, por ejemplo, decían kuliála, en el continental dicen kuriara; en galibi kuliára, en tamanaco kuriara, etcétera.

CURIBIJÚRE. Brocchinia sp. Especie de Bromeliácea de los Llanos, de hojas angostas, muy largas, de borde espino- so.– «Hay chica, cotuprises y mamones, | Piñas, curibijures, caracueyes.» (Cast., Eleg. XIV, c. 1º). D. t. QUIRIBIJÚL.

CURICÁRA. Especie de cotorra, muy parlera cuando se domestica. Bajo Llano. Del tupi. La curicá o curucá del Brasil es el Psittacus aestivus y la Chrysotis amazonica.



CURICÁRE. Serranus sp. Pez de cuerpo comprimido, grue- so; mandíbula inferior saliente, dientes pequeños en la mandí- bula superior, esparcidos, pero agrupados hacia la línea media, en la inferior dispuestos en dos filas; aleta dorsal con espinas gruesas, corrida hasta cerca de la cola; abdominales debajo de las pectorales; cola truncada. Color pardusco; aletas par- das. Longitud, unos 3 palmos. La Guaira. D. t. CURICÁRA.

CURICHÁGUA. Véase PIRICHAGUA, abajo. Voz us. en Margarita. No es, al parecer, la curichagua que describe Fr.
J. Carvajal de este modo: «Fruta de bejucos, muy dulce. Cómese tierna y cruda; pero cuando está dura, se queze. Es muy sana y de el tamaño de una camuessa.» (o. c., p. 368). Sin. OROZÚS.

CURIMÁTA. Curimatus cyprinoides. Carancínidos. Pez del río Tuy. El C. laticeps es del lago de Maracaibo. Kurí- miata llaman los caribes el COPORO (Plecostomus sp).

CURIÑÁTAL. Chlorophonia pretii. Véase CURUÑATÁ.

CURITÁCA. Sinónimo quizá de CURICÁRA. Ref. Tauste,
125. Del chaima kuratak, lo mismo.

CURÍTO. Callichthys thoracatus. Silúridos. —Pequeño pez caracterizado por dos hileras de láminas huesosas laterales, extendidas de la cabeza a la cola. Este pececillo habita en los pantanos y aguazales que quedan en el verano, y entonces lo pescan con chirares o nasas pequeñas adaptadas a esta cla- se de pesca. Hállase en los caños de Apure, Guárico y el Bajo Llano. Llámanle cascadura en Trinidad. ||–Callichthys sp. (?) Pececillo escamoso de Portuguesa, que se cría en los panta- nos que persisten en la estación seca. Dorsal con 8 radios. Longitud, 6 pulgadas. Despojan la carne de las espinas y



cómenlo en escabeche. Es probablemente el mismo citado anteriormente. ||–(RATÓN). Pequeño roedor, más pequeño que el curí o cobayo, sin cola, de un color aleonado, co- mestible, que se halla en el Bajo Llano. Es quizá el Cavia Aperea. Véase CURÍ.

CURIVANO. Scleria hirtella. Ciperácea de tallo simple, triangular, con hojas pubescentes; glomérulos de 5 a 7, al- ternos, separados; glumas aristadas, híspidas; aquenios globosos, lisos, brillantes, con punta. Alto Orinoco. Florece en mayo.

CURRUCÁI. Véase CARIMBO. –«El Currucay es goma que llora el árbol de su nombre, después que le pican la corteza; es parecida al Anime, pero muy pegajosa: tiene el olor aro- mático, más intenso, y fuerte, que el Anime.» (Gum., I, 307; ed). Del cum. kurkái, lo mismo. Ref. Caul., I, 6. ||–Corteza del CARIMBO. –«En la Ciudad de Bolívar hemos visto des- pachar en las bodegas su segunda corteza (la del CARIMBO) seca y vuelta correas o tiras largas con el nombre de curucai, y se usa diariamente para sujetar y atar las varas y varitas que se emplean en la construcción de las casas de campo, y es muy duradera; parece una especie de cuero vegetal: para em- plearla se remoja y entonces se vuelve muy flexible y muy fuerte; exhalan entonces el olor penetrante del aceite de palo.» (Grosourdy, o. c., II, 378). Del car. kurúkai aceite (copáiba).
||–Véase TACAMAHÁCA. Voz usada entre los indígenas de Río
Negro. –«Entran los criados y untan el cuerpo de éstos con un bálsamo blanco que llaman Curcay y luego sobre ellos oro en polvo.» (Papel del siglo XVI, en L. Duarte L., Historia patria, p. 76). D. t. curucái, Cod., 101.

CURÚBA. Gallinago frenato. Especie de agachadiza, de co- lor de canela, con una lista negra en el cuello, encontrada por



Goering cerca de Lagunillas. Sin. BECAZA. ||–Tacsonia mixta, var. quitensis. Pasifloráceas. «Fruta de tierra fría, pare- cida a la parcha.» Febres C., p. 124. Es, en efecto, una planta trepadora de la fam. de las pasionarias, de hojas trifoliadas y hojuelas elípticas, acuminadas, aserradas; fruto de sabor ací- dulo. Crece en los Andes venezolanos. La T. mallíssima es de la Colonia Tovar. La curuba del Brasil es una Cucurbitácea. Ref. Pic., 96; Pittier, 205. Attalea speciosa. Especie de pal- mera del Táchira y Zulia. D. t. CORÚBA.
CURUBA. Piptadenia niopo. Ver Yopo, cuyo nombre es
kurupa en otomaco.
CURUJUJÚL. Nidularium caratas. Bromeliáceas. Planta vivaz, del aspecto del CURIBIJÚRE, de hojas radicales, arrose- tadas, prolongadas, rígidas, punzantes; la inflorescencia es un bohordo que termina en espigas arracimadas y el fruto una baya amarilla. –«Sus nacarados frutos en el limo | el punza- dor curujujul engendra.» (Lazo Martí, Silva). D. t. QUIRIJUJÚL. (Lazo Martí, Silva, I). Car. kurupishul, lo mismo.
CURUMÁRE. Aire melancólico usado entre los indígenas del Casiquiare, y entonado en sus CARRIZOS o zampoñas.
–«Suenan, del próximo bohío, | carrizos melancólicos el són del curumáre.» (Arvelo L., Sones y canciones, 77). Del caliña kurumari, carrizo (de flechas); oyampi, kurmuri.
CURÚME. Especie de árbol maderable (Cod., 119).
CURUÑATÁ. Clorophonia pretrii. Tanágridos. «Ave pe- queña de lindos colores, muy viva, alegre y cantadora; se la tiene en jaula por la melodía de su canto.» (Cod., 191).
D. t. CURIÑATÁL. Sinn. CRONITA (corrupción?) en el Tá- chira, VERDÍN. ||– MONTAÑERO. Véase GUAIJÁNO, abajo. Us.  en Caracas.
CÚSI. Especie de planta maderable (Cod., 119).



CUSICÚSI. Nyctipithecus trivirgatus. Mono platirrino de cuerpo delgado; cráneo redondo, pequeño; ojos grandes; ho- cico grueso, ancho, poco saliente; fosas nasales abiertas hacia abajo; orejas pequeñas; miembros posteriores más largos que los anteriores; cola no prensil, más larga que el cuerpo. Pelaje fino, suave, lacio, gris pardo, y más o menos herrumbroso por encima; tres rayas negras paralelas, de igual anchura, corren sobre la coronilla, y otra parda amarilla muy ancha se extien- de desde la nuca hasta la raíz de la cola, cuya punta es negra. No difieren los sexos en color. Duerme durante el día y caza pájaros de noche, aunque acepta cualquier otro alimento. Sus ojos refulgen en la oscuridad. Voz fuerte y ronca; irritado, pro- rrumpe en repetidos grr, grr. Tiene la fisonomía triste y aba- tida, y sus movimientos son mucho más lentos que los del
CAPÁRRO. Voz tupi. El del Brasil es el N. aotus. Reff. Gum., I,
264 (?); Caul., I, 7.

* CÚSPA. Dasypus sp. Especie de armadillo pequeño. En su cola sin escamas se diferencia de los demás armadillos. Suele hacer sus madrigueras en los cementerios, y su carne, a causa de esto y de su olor desagradable, no se come en el Guárico. El de Guayana parece ser de una especie mayor. La voz tie- ne género masculino. Car. kúspua, arec. kupe. ||–Galipea cusparia. Rutáceas. Árbol social de 20 a 30 pies de alto, ho- jas alternas, trifoliadas, sin estípulas; hojuelas enteras, ine- quilaterales, algo desiguales entre sí, ovales, lisas, coriáceas; flores blancas en racimos espiciformes, terminales; fruto for- mado de 5 carpidios o cajitas, con semillas casi esféricas, ne- gras, lustrosas, del tamaño de un grano de mijo. Madera bastante dura, compacta, pesada y fuerte, de grano muy fino y color amarillento, parecida a la del boj. Peso específico 0,90. Crece en Guayana. D. t. CHUSPA y CUSPÁRE.



CUSPÁRE. Véase CÚSPA. Voz galibi. Ref. Gros., I, 346; II, 268, 380.

CUSÚ. Especie de árbol indeterminado.

CUSÚCA. Nidularium karatas. Véase Curujujul. Voz us. en Coro. En Marac. llaman Cosuca el fruto de la maya.

CÚTE. Véase CARÁRE.

CUTÓSO, A. Sujeto afectado de CUTE.

CUYOBÍSE. Especie de árbol indeterminado maderable (Cod., 119).

CUYÚBI. Especie de árbol. Madera fuerte, de la que hacen los indios guayaneses flechas y armazones para sus vivien- das. «Dura hasta cien años sin podrirse.» (Gorrochotegui).
–«Lanzad, lanzad las flechas | de roble y cuyubí.» (Id., Ara- mare, XXI). Ref. Cod., 119.



CH













CHACÁCO. Ver BACHACO. Voz us. en Margarita.

CHÁCARA. Pequeño guarniel que se lleva sujeto a la cin- tura. U. t. en Col., de donde proviene la voz. Ref. Pic., 97, I; Cobo, 256.

CHACARRANDÁI. Tecoma sp. Árbol forestal que pro- duce una madera hermosa por la variedad de sus visos, se- mejante al carey; es «de color rojizo-amarillento y más oscura cuando envejecida, dura y pesada; buena para la construcción (se dice también que es tintórea).» (Ernst, La Exposición, 199). Crece en Carabobo, Aragua, Guárico. D.
t. chacarandái (Oviedo B., I, 1), chacarrandán, chacarran- dángo, chacarrandón, chacarrondái. (Cod., 109). De estos seis nombres el tercero y el primero son los más usados. Creeríase que es forma afín de chacaranda o yacarandai, que designa, según Alcedo, una madera de Colombia y el



Ecuador (Yacaranda sp.); pero Ernst sostiene que nuestro árbol no es de este género. De todos modos, las variacio- nes de la voz indicarían una procedencia exótica.

CHACO. Ipomoea batatas. BATATA.–«Lo mismo se hace con las batatas o chacos, y son en todo parecidas a las de Europa, excepto en la figura, que son por lo común redon- das, y las hay de varios colores: unas amarillas como las de Málaga, que son las mejores; y otras blancas y moradas, que son las más comunes.» (Caul., I, 4). Voz usada en el Or. Del cum. chaku o yako, tam. icháku, lo mismo. Ref. Cast., Eleg. pass.

CHÁCO. Empalizada para batir y atrapar caimanes.
–«Verlos del caimán en la batida | sobre pendas velar en la Laguna, | el chaco levantar, y los horribles | monstruos coger, con riesgo de la vida.» (U. Pérez, La venganza deYaurepara). Cf. el chaco de la Arg. descrito en el libro citado de don Daniel Granada.

CHACHARITO. Dicotyles sp. Puerco montés más pe- queño que el CHÁCHARO, de color leonado. Sin. POTICHI.

CHÁCHARO. Dicotyles torquatus. Suídeos. Puerco mon- tés de color pardo negruzco, con una faja amarillenta o blanquecina que partiendo de los hombros llega hasta el pecho. Mide 93 cm de largo, 2 de cola, y 35 a 40 de alto. Voz maipure. Sinn. BÁQUIRA DE COLLAR (váquira de collar, Cod. 168). TUSTÚRE.

CHACHIQUE. Mauria puberula. Anacordiáceas. Árbol maderable de hojas sencillas, flores blancas, menudas, fru- to pequeño druposo. Tierra templada de Trujillo. «Es idén- tico con la M. heterophylla de los alrededores de Caracas,



o al menos muy parecido a esta especie.» Pittier, Manual,
p. 206.

*  CHAGUÁLA. «Son las chagualas como las patenas que se usaban en España entre gente humilde antiguamente.» (Carvajal, o. c., p. 339). Obsoleto.

CHAGUANCO. Zorro. Voz usada en Coro.

*  CHAGUARÁMA. Voz cumanagota que designaba cierta planta del Oriente. Caulín (o. c., I, 3) hace sinónimo el vo- cablo con el caribe arángua y el cumanagoto aracúi (Hist., III, 21); pero Ruiz Blanco en su Tesoro cita las palmeras cha- guarama y aurucui como distintas. Cf. YAGUÁRA. Ref. Cod.,
94. ||–Nombre hoy aplicado a la palma real de Cuba (Roystonea [Oreodoxa] regia). «El nombre vulgar chagua- rama lo hallamos primero en el Tesoro de la Lengua Cu- managota por Fr. Matías Ruiz Blanco: nada sabemos sobre su etimología; pero seguramente no designa la misma espe- cie que hoi llamamos así, porque consta que ésta fué intro- ducida de las Grandes Antillas, de donde llegó como palma real, denominación que ha conservado allí hasta hoi. Cuando Humboldt visitó a Caracas (1800), se usaba en Venezuela el mismo nombre; pero más tarde éste fué sustituido (¿acaso por motivos de política?) con el de chaguarama. No sabe- mos a cuál especie realmente corresponde, aunque por cier- to debe ser una palma bastante común, lo que deduce de la circunstancia de existir en el país muchos puntos y sitios lla- mados Chaguaramas y Chaguaramal.» (Ernst, Observ. etcétera, en el «Bolet. del Min. de Ob. Públ.», 126). Es posible que la chaguaráma de los misioneros sea la YÁGUA de hoy o el COROZO (yaguára en varios dialectos). D. t. CHA- GUARAMO.–«Por los chaguaramos que circundaban el ja- güey, graciosas pilastras rematadas en penachos de flébiles



plumas, se le distinguía a lo lejos.» (Urbaneja A., Los abue- los). –«Viene a esperar, junto al chaguaramo que sombrea mi casa, un plato de sopa.» (Díaz R., Sermones líricos, 189). «Cual centinelas erguidos | en la calma del paisaje,
| los chaguaramos dormidos | parece que están vestidos | con una bruma de encaje.» (R. Benavides P., En Caracas).

CHAGUARAMÁL. Sitio poblado de CHAGUARÁMAS. Geog.

CHAGUAR. Rozar. Us. en Mérida.

CHÁGÜE. Roza. Us. en Mér. Cf. Chao.

CHAMACO. «Su bebida principal es el carato que pre- paran con maíz fermentado y la cual guardan en chamacos (tinaja de boca ancha hecha por los mismos indios).» D. Arreaza M., Nueva Barcelona.– En tam. chamaku.

CHAMPLA. Atolladero, pantano. Us. en Trujillo.

*  CHAMUCHINA. Chamusquina, alboroto. Voz de origen quichua, según Ceballos. Geog. en Venez., por Samusida.

CHANGARAGATO. Langosta, saltón, en Margarita. D.
t. ÑANGARAGATO.

CHANGO. Ver MACHANGO ||–Mona, persona fea.

CHANGÚE. Escarabajo grande, con cuernos. Quizá un
Dynastes.

CHÁO. Rastrojera. «Es un cuadro de cultivo, que por abandono es invadido por malezas y abrojos, que vuelven



el terreno al estado selvático.» (Dr. P. J. Rojas). «Voz cui- ca, para denotar un arcabuco, o terreno cubierto de male- za, que puede ser apropiado a la agricultura.» (Febres C., Hist., p. 125). Cf. Chagüe.

*   CHAPAPÓTE. Asfalto. «También ay chapapote en la Costa de Coro.» (Cisn., 23). –«Otro betún, que los mexicanos nombran chiapapotli, mana líquido en el mar y se halla mu- cho cuajado en las costas de la Nueva España.» (Cobo, I, 230). Del azt. chapápotl. Ref. Bachiller, Cuba prim., 243.
||–Por analogía desígnase así una sustancia o mezcla visco- sa indefinida. Despectivo. ||–Se aplica a una raza de yuca amarga, cultivada en los llanos de Barcelona, de rápido cre- cimiento y mucho provecho en la fabricación del casabe.

*  CHAPETÓN. Sujeto nuevo o principiante en cualquier oficio.–«El Congreso me ha enviado a libertaros de los es- pañoles o chapetones que quieren entregaros a Boves, a Aymerich, a Montalvo.» (Bolívar, proclama de Techo, 1814).
«Como –los más de los soldados fuesen bisoños que co- múnmente llaman chapetones se dieron a huir vergonzosa- mente». (Aguado, I, 277). –«Los que nuevamente vienen (a los trabajos de Tierra Firme), a los quales en estas Indias lla- mamos chapetones, y en italiano les dicen visoños» (II, 175. Oviedo). En igual sentido toman la voz Castellanos (Eleg. I, 1, Pte. 2ª) y Vargas Machuca (Apol. y desc. de los Ind. Occ.) Compárese Bachiller, Cuba prim., 243. En Chile es sinó- nimo de torpe (Rodríguez). En la Arg. inexperto, bisoño (ú.t.c.s.) (Granada, Vocab. riopl., 182). U. t. en el Perú y Bol. (Bayo). La aplicación del adjetivo excluye por supuesto la terminación femenina. No es hoi voz corriente en Venezuela, y lo mismo en la Arg., según lo ha pensado acertadamente Granada. (o. c., 184). —La etimología siguiente no es, en nuestro concepto, muy satisfactoria. «Del araucano chiapi,



ladrón, se ha formado chapetón, término despectivo de que los Indios se servían para designar a los Criollos, y éstos a su vez para denostar a los Españoles europeos.» (G. Maspéro, Sur quelques singularités phonetiques de l’espagnol parlé dans le campagne de Buenos-Ayres et de Montevideo).

*  CHAPETONADA. Fiebre de aclimatación. Apenas usado. En Chile, torpeza, bisoñada (Z. Rodríguez).

CHAPORRILLO. Esp. de árbol de Guayana. ¿Voz afín de ZAPORRO?

CHAPULÍN. Esp. de lagarto, en el Táchira. Voz náhuatl que significa langosta, saltón (Acridium peregrinum).

CHAQUÍQUE. Esp. de árbol maderable de Trujillo. Sin. CHAQUITO (?).

CHAQUÍRA. Collar de huesos, brazalete, en la Cordillera. Primitivamente significó «cuentas, abalorios para adornos de las mujeres.» (Carv. 239).

CHARA. Pequeña quinta o lugar de recreo. –«Solamente las orillas del río están cubiertas de vegetación y sembradas de charas, pequeños lugares de recreo.» (Cod., 577). –«En las provincias orientales de Venezuela, la Estancia, la Huerta, lleva el nombre indígena de chara. Con este nombre se de- signa una cabaña con jardín, una estancia de árboles frutales, generalmente, en un valle». (A. Rojas, Estudios indígenas, 146). Us. en Cumaná. Del cum. chura, barbacoa, soberado, cámara; o más bien del cal. chali, huerto, jardín.

CHARA. Fruto de charo. –«La chara es una frutica seme- jante a las uvas; la carne verde y maciza; cómese cocida, y



puede suplir la falta del pan; por lo que son los indios, y aun los españoles, aficionados a ellas.» (Caul., I, 3).

CHARAGUANÉI. Esp. de árbol indeterminado. ||–HEMBRA.
Chlorophora (Maclura) tinctoria. MORA. Cf. CHARAGUARÁI.

CHARAGUARÁI. Árbol de tinte que se halla en el E. An- zoátegui. –«Los (árboles) más conocidos y apreciables son
charaguarai, con que comunmente tiñen hilos, badanas y apreciables gamuzas amarillas.» (Caul., I, 3). Geog.

CHARÁL. Grupo de CHAROS. –«Se quejan en los charales las palomas montañeras.» (Cabrera M., Mimí, 12).

CHARÁPO. Machete de rozar, en el E. Lara. Voz cum,. y ch. que significó hocino, calabozo con vuelta (Ruiz Blanco, Tauste).

CHÁRO. Árbol grande de Carabobo, especie de Malpi- guiácea, que Ernst cree pueda ser la Byrsonima coriacea. (La Expos., I, 200). Ref. Cod. 115. –Árbol corpulento de los cerros de Barquisimeto y Portuguesa, que en mayo y ju- nio produce una frutilla farinosa, que comen después de co- cerla los naturales. –Árbol del Zulia que en la descripción que de él hace Fuenmayor corresponde al anterior: «Es un árbol mui corpulento que abunda en las vegas del Zulia. La madera del corazón es rojiza y matizada de varios colores; la albura es de color amarillo pajizo y veteada de sombras más o menos oscuras. Toda ella es de grano muy fino y se presta bien al pulimento.» El fruto contiene una semilla co- mestible. –Otro árbol de Guayana, citado por Gilii (Saggio, I, 165), es semejante a los que anteceden. (Aparentemente estas cuatro especies son afines). –(«Todos los charos que he visto pertenecen a los géneros Brosimum, Piratinera,



y Helicostylis, de las Moráceas.» (Nota M. S. del Dr. H. Pittier). Del tam. chare, que designa la especie guayanesa. Sin. Guáimaro.

CHATÓFA. Palmera de frondas pinadas que crece en el Alto Orinoco. Voz de los Paragenas, según Humboldt. (Geogr. plant., 229).

CHÁURE. Strix flammea. LECHUZA. –«Ay! desde enton- ces los carrizos pitan | cual de los chaures los nocturnos de- jos.» (Gorrochotegui, Aramare, XII). ||CANTÓ UN CHAURE. Locución que suele aplicarse al que predice algo fatídico o desagradable.

CHAYÓTA. Fruto del CHAYÓTE. ||SER UNA CHAYOTA. Aplí-
case a una persona insulsa, simple, en especial a una mu- jer así.

*  CHAYÓTE. Sechium edule. Cucurbitáceas. Planta trepa- dora, vivaz, cuyos tallos herbáceos salen de una raíz carno- sa bastante gruesa. Hojas simples, largamente pecioladas, acorazonadas, con lóbulos dentados, conniventes en la base; flores unisexuales, corola blanca, rodada; fruto unicelular, trasovado-oblongo, largo de 4 a 6 pulgadas, comestible, algo insípido. Del azteca chayutl, lo mismo. Ref. Ernst, La chayotera, en «Bolet. del Minist. de Ob. Públ.», Nº 145, Caracas, 1892.

CHECHÉCO. Forma juvenil del Bocachico. Us. en Barinas.

CHENCHÉNA. Opisthocomus cristatus. Gallinácea que representa un tipo aislado en el orden sistemático. Cabeza pequeña, coronada de un copete o cimera de plumas; pico parecido al del PAUJÍ o de la GUACHARACA, con ceroma en



la base; alas hasta más de la mitad de la cola; las plumas braquiales no cubren las remeras; cola redondeada, con 10 pennas largas y anchas. Nuca, lomo, alas, timoneras, mi- tad posterior de las remeras, ojos y pico, de color pardo; garganta y parte anterior del cuello y pecho, blanquizcas; vientre, piernas, rabadilla y remeras primarias, de un rojo castaño claro; copete blanco amarillento; patas de un tinte de carne pardusco. Mide 62 cm de largo, ala 34, cola 29. En sitios anegados y montuosos del Apure y otros ríos de los Llanos es muy común, tanto más cuanto que, a causa de su olor desagradable, no se la persigue. Sin. GUACHARACA DE AGUA. –«De la costa del río, las chenchenas daban un canto que crujía como madera seca.» (Pocaterra, Vidas oscuras, 15).

CHEPITA. Ver QUIPÍTO. Voz us. en el Guárico.

CHERECO. Ver COPÓRO. Cf. CHECHECO, arriba.

CHEREMÉCO. Pájaro del Bajo Llano.

CHERERÉI. Cierto pájaro del Orinoco. Ref. Caul., I, 10.

CHÍBA. Pequeña red de cuero sin curtir, o de cuerdas, en que se envuelven bultos no compactos, como tabaco, etcétera, pa- ra transportarlos a lomo de bestia. En aimará chipa; en calina chibi. En Col. chiba o chisgua significa mochila, saco.

CHIBACÓA. Ixodes sp. En el Bajo Llano es una garrapa- ta muy pequeña. ||En el Alto Llano y Guayana es el COLO- RADITO del Bajo Llano (larva hexápoda de un acárido). Contracción del chaima kuchibakóa, lo mismo. (Tauste tra- duce garrapata menudilla). Se escribe también CHIVACÓA, que es voz geográfica. ||–Aramides cayanensis (?).



CHIBACÚ. Vaccinium floribundum. Arbustillos de las montañas de la Cordillera y el litoral; flores blancas, col- gantes, de corola aorzada, y fruto azulado, comestible.
«Corresponde a los arándados de los Alpes y de los Piri- neos.» Pittier, 212.

CHIBACÚ. Pernettya pentlandi. Ericáceas. Arbustillo de Mérida, de flores aorzadas, blancas y fruto negro o azulado. Pittier, 212.

CHIBUQUE. Espeletia schultzii. Especie de frailejón de Mérida.

CHICA. Bignonia (Arrabidea) chica. Planta trepadora lam- piña, con hojas bipinadas cuyo pecíolo hace las veces de zar- cillo; hojuelas ovales; panojas axilares multifloras, colgantes; flores bilabiadas, corola purpúrea; caja larga de 2 pies, bival- va; semillas comprimidas rodeadas de un ala por ambas par- tes. Las hojas de esta planta se vuelven rojizas al secarse, y de ellas extraen los indios del Alto Orinoco un pigmento de co- lor rojo cinabrio. (Véase adelante). En tam. kraviri, en maip. kiraviri, en tupi piranga. ||–Árbol frondoso de tierra cálida, y la frutilla que produce. Véase NIGUA, que es lo mismo. «Hay chica, cotuprices y mamones, | Piñas, curibijures, caracueyes,
| con otros muchos más que se desechan | E indios naturales aprovechan.» (Cast., Elogio de Margarita, canto 1º). Del ch. chicayop, árbol de la nigua. Chica y nigua son nombres de la pulga de nigua (Pulex penetrans). ||–Bebida embriagante usa- da antes por los indígenas del oriente de Venezuela. Entiendo que es errada ortografía de la voz chicha. Ref. Caul., II, 5.
||– Pigmento que de la planta del mismo nombre obtienen al- gunas tribus del Orinoco, macerando en agua las hojas. Es un polvo muy leve, de color rojo de cinabrio que se elabora en forma de panes 8 a 9 pulgadas de largo por 2 a 3 de grueso.



Mezclado con aceite, que es el modo de usarlo para pintarse el cuerpo, adquiere un color rojo de laca.

CHICAGÜÍRE. Chauna chavaria. Alectóridas. Ave zan- cuda de pico más bien corto con punta ganchuda; línea na- so-ocular y cerco del ojo implumes; occipucio con un moño eréctil de plumas; carece de cuerno frontal; alas con espolo- nes dobles y de éstos más largo el del encuentro; dedos largos. Plumaje del cuello y cabeza blando. Color general plomizo, negruzco; mejillas, garganta y parte alta del cuello, blancas; borde de las alas, vientre y rabadilla, blanquizcos; ojos ama- rillos, cerco ocular y línea naso ocular de un rojizo de carne; pico negro, tarsos rojos. Mide 38 cm de largo, ala 53, cola
22. Vive en la región cálida del país. En estado de domestici- dad toma a su cargo guardar y defender los patos y gallinas en los corrales. Voz proveniente del antiguo guaraní, según Ernst. (Etimologías zulianas, en «El Zulia Ilustrado», 14; 31 enero 1890). Es el chajá de la Arg.

CHÍCORA. Útil agrícola indígena para cavar la tierra. Es hoy día una lámina fuerte y angosta de hierro, con uno de los cabos afilados y el otro con una cavidad o un anillo pa- ra adaptar el mango o asta de madera. D. t. CHÍCURA. –«La CHÍCURA es de hierro o de madera, destinada para sembrar los granos: la primera se usa cuando la tierra está dura, y la segunda cuando está húmeda y suave. Consiste en una paletilla encabada en un palo, o labrada del mismo cabo.» (Díaz, I, 12). –«Entonces siguen las funciones de la chícu- ra, azada y demás que van exigiendo las labores.» (Id., ib., 14). Del calina chíkula, que Breton traduce besche, sar- cloir; cum. chúkura o chura. Sin. CÓA.

CHICORÁZO. Golpe dado con la chícora. D. t. CHICU- RAZO. ||–Lanzada, en lo figurado.–«Cuando él se resolvió



de puro cansado, a tirarte un chicurazo de punta, lo que hi- zo fue marcarle un botuto morado en el jocico.» (Cabrera M., Mimí, 55).

CHICOREÁR. Ahoyar el suelo con chícora. ||–Met. Alancear.

CHICUÁ. Pájaro córvido del Táchira. Sin. PICAZA.

CHICUACO. Ardea (Butorides) striata. Ave zancuda de pi- co largo, con ceroma hasta la región ocular y un penacho en la nuca, tarsos desnudos. Color por encima castaño más o menos oscuro con reflejos metálicos verdes o azulados; gar- ganta y vientre blancos, pescuezo ocre, iris amarillo citrino; partes desnudas circumoculares de un amarillo sulfúreo; pi- co negro arriba, verdoso debajo, brida negra; patas de un verde aceitunado. Largo total 45 cm. Vive de insectos y pe- cecillos, y nidifica en árboles cercanos al agua. Sus plumas se utilizan como adorno. –«También permanecen en la zo- na (inundada) ciertas gaviotas pamperas llamadas chicuacos y los patos salvajes.» (D. Mendoza, El llanero, p. 5).

CHICURÓN. CHÍCORA grande destinada a ciertas labores agrícolas. –«El chicurón: es una chícura de mayores dimen- siones y cóncava que se emplea en sacar de los almácigos los planteles con la tierra suficiente para trasplantarlos, que es lo que llamamos pilonear o sacar pilones.» (Díaz, I, 12).

*  CHICHA. Bebida fermentada de maíz. La que se estila hoy en Venezuela, en especial durante los días de Navidad, es una bebida refrescante, ligeramente fermentada y de con- sistencia espesa. (Véase: CARATO). –«Se escuchaba el bur- bujeo de la chicha dentro de la olla, tapada con un pedazo de liencillo y atravesada en medio de los bordes por el un-



tado ramillón (Picón F., Fidelia, 134). En la frontera su- roeste y en Colombia la preparan al modo que lo usaban los indígenas, descrito por el P. Acosta así: «El vino de maíz, que llaman en el Perú ázua, y por vocablo de Indias común chicha, se hace en diversos modos. El más fuerte a modo de cerveza, humedeciendo primero el grano de maíz, hasta que comienza a brotar; y después cociéndolo con cierto or- den, sale tan recio, que a pocos lances derriba: éste llaman en el Perú sora, y es prohibido por la ley, por los graves da- ños que hace emborrachando bravamente; mas la ley sirve de poco, que así como así lo usan, y se están bailando y be- biendo noches y días enteros.» (Hist., lib. IV, cap. 16). Chi- cha es voz taína. Reff. Ov., I, 24, 252; Bachiller, Cub. prim.,
244. ||LO MISMO ES CHICHA QUE LIMONADA. Lo mismo  da:
reverso de la expresión (usado tamb. en la Arg.): NO SER NI CHICHA NI LIMONADA, ni carne ni pescado. Ni suena ni true- na. –«¿Ese Cara de cochino es aquel General Galea que era comisario la última vez que yo pasé por aquí? –El mismo, ni- ño; lo que tiene es que ahora no es ni chicha ni limoná.» (Cabrera M., Mimí, 48).

CHÍGA. Sustancia feculenta extraída de las semillas de CHIGO por los indígenas del Arauca y Orinoco.

CHÍGO. Campsiandra comosa. Leguminosas. Árbol de ramos lisos; hojas alternas, imparipinadas, glabras, con es- típulas lineares, gruesas, deciduas, y pecíolos angulosos o subalados, 4-5 policares; hojuelas de 5 a 9, oblongo-elípti- cas, acuminadas, redondeadas en la base, coriáceas, lus- trosas por encima; racimos terminales, cáliz apenas más corto que el pedicelo, pétalos semipolicares, amarillos; le- gumbre ultrapedal, glabra, con valvas estrechamente ad- heridas. Alto Arauca. Ref. Ernst, El chigo, en «Boletín del Ministerio de Obras Públicas», 168, Caracas, 1892.



CHIGUA. Véase Jiguá, oruga que corroe la raíz principal del cafeto, en las plantaciones del Tuy.

CHIGUARÁL. Lugar poblado de CHIGUARES.

CHIGUÁRE. Árbol indeterminado de Coro. D. t. CHIHUÁRE.

CHIGÜÉ. «Hambre canina, desenfrenada, insaciable.» (Pic. 105).

CHIGÜICHIGUÉ. Bromelia chrysantha (?). Brocchinia sp. (?) Especie de Bromeliácea, de hojas radicales muy lar- gas y angostas, de borde espinoso, que fructifica más o me- nos como la MAYA. El fruto es comestible y de sus hojas se extrae fibra textil. No es rara en el Bajo Llano. Enumerando las frutas de la región del Apure, dice Carvajal: «Chiuechiue, fruta en razimos y amarilla.» (O. c., p. 366). Ref. Cod., 96.

CHIGÜÍRE. Hydrochoerus capybara. Subungulados. Roe- dor de cuerpo grueso y tosco; hocico romo, labio superior hendido, incisivos muy desarrollados, poco gruesos, con va- rios surcos en su cara anterior; ojos grandes, redondos, muy salientes; orejas cortas, redondeadas, con borde anterior su- bido y posterior cortado; patas posteriores más largas que las anteriores; membranas natatorias cortas y fuertes, ano y par- tes genitales externas rodeados por un repliegue cutáneo. Pelaje escaso y áspero, parecido al del cerdo. Color entre ro- jo, amarillento oscuro y pardo. Este roedor es el mayor de los que se conocen; puede llegar a 110 cm de largo. Habita de preferencia cerca del agua, y allí pace y reposa, por lo que suele vérsele en manadas a orilla de los ríos y lagunas de los Llanos. Corre y salta poco, nada muy bien; cuando descan- sa, apóyase en los tarsos, como los perros, y rara vez sobre el vientre. Aliméntase de plantas acuáticas y cortezas, y es



dañoso a las plantaciones. Cómese su carne en cuaresma, a par del pescado, por reputársele anfibio y también se exporta a pueblos serranos acecinada y secada al sol. La hembra pare una vez al año de 4 a 8 hijuelos o CHIGÜIRITOS. Azara expresa su grito con la sílaba áp, y dice que son polígamos. CHIGÜIRE es, según Caulín, voz cumanagota y palenque. PONCHO, nom- bre con que lo designa Gumilla, es usado en la Cordillera. LAS CHIGÜIRAS es voz geográfica. Reff. Caul, I, 8; Cod., 165.

CHIGÜIREAR. Cazar CHIGÜÍRES.

CHIGÜIRÉRO, A. Cosa perteneciente al CHIGÜIRE. ||PAJA CHIGÜIRÉRA, especie de gramínea del Llano que comen particularmente esos roedores.

CHÍLCA. Faccharis polyantha (y B. rhexiaeoides, según Jahn). Planta medicinal de la Cordillera que da también un tinte amarillo. Cobo, 438. D. t. CHIRCA. Del quich. chillca, que es la B. salicifolia y otra compuesta, el Eupatorium polystachyum. Cf. el chilco de Col. y Humboldt, Viaje, et- cétera ||– REAL. Lycoseris latifolia. Compuestas. Planta me- dicinal de ramos estriados, lanuginosos como con tela de araña, o bien lampiños; hojas anchamente lanceoladas, tri- plinervias, lampiñas por arriba, níveo-lanosas por debajo, involucros lampiños o apenas lanosos cual telaraña, con es- camas agudas adheridas o apenas manifiestas las exterio- res; papo con 20-30 filamentos. Habita en Carabobo, Occ., Bajo Llano. Sin. BOTONERA. Véase Niquitao.

*  CHILE. Capsicum sp. pl. Véase A. Del azteca chilli,
pimiento. Ref. Pic., 105.

CHILQUITA. Baccharis sp. Planta de Mérida. Dimi- nutivo de CHÍLCA.



CHIMBÁNQUELE. Baile popular de Coro en honor de
S. Benito, mencionado en la ley de policía provincial. También ha existido en el Zulia, donde se le llama CHIM- BÁNGUELE, según José M. Rivas. (Costumbres zulianas, Maracaibo, 1910; p. 29).

CHIMBÍQUE. Véase CHIMBÁNQUELE. Voz usada en Coro.

CHIMBOMBÉRA. Anemia perniciosa ocasionada por la anquilostomiasis. Voz us. en la Cordill. D. t. IMBOMBERA.

CHIMIRÍTO. Variedad de maíz, de mazorca y grano muy chico, que revienta y se esponja cuando se fríe o tuesta. Bajo Llano. Sin. GÜIRÍTO, abajo. Es el pisingallo de la Arg. y el ubatim pororoca del Brasil.

*  CHIMÓ. Extracto blando de tabaco alcalinizado y aro- matizado. El álcali escogido es el URAO (sesquicarbonato de sosa), o el bicarbonato de sosa, o bien lejía de cenizas, obteniéndose en el último caso un producto fuerte en ex- tremo. El aroma consiste en SARRAPIA y CURÍA de ordina- rio. En el Occ. y Bajo Llano, el CHIMÓ reemplaza al tabaco de mascar.– «En 2 de agosto del mismo año (1781) queda- ron comprendidos en el sistema de estanco el mo, el chimó y el urao.» (Cod., 135). Voz andina, al parecer, ya incluida en el Dicc. de Terreros. Cf. el chimole o chilmulli y el mo- le de la cocina mexicana. Sin. CHIMÚ. –«Sobre ella se pone Chimú, que es quinta essencia de tabaco; y a falta del Chimú, póngase tabaco mascado.» (Gum., II, 222; ed).

CHINÁGUA. Rana, en Margarita.

CHINÁTA. Avispa grande del Bajo Llano. Suele anidar en el interior de las habitaciones y es bastante ponzoñosa. Su



nombre recuerda el de los chinatas, antigua tribu, belicosa y temida, del Táchira. Sin. SINÁTA.

CHINATE. Ver BEJÚCO. Voz caribe: en cal. chinátte, en tam. chinate, en mag. sinate, etcétera Ref. Gilii, I, 158; Bachiller, 248.

CHINCHAMUCHÍNA. Iresine sp. Planta de Mérida.

CHINCHÚRRIA. Yeyuno, intestino delgado de la res. Chun- chules o chunchullos en Chile (tripas de cordero), chunchulli en la Arg., chunchullo en Col. Del quichua chunchulli, tripas menudas, intestino delgado. Obsérvense las formas plurali- zadas en la región austral del continente. En ciertos lugares de nuestra Cordillera, que es donde se usa el vocablo CHINCHU- RRIA, cómese ésta frita como en Col., mientras que en la Arg. y probablemente en Chile, cómenla asada.

CHINGALE. «Entre los mucuchíes, significa lo que cuelga de las espaldas, de donde procede el verbo ya castellanizado chin- garse, con igual significado; y así se dice de las indias que se chingan los hijos, esto es, que los cargan a las espaldas, según su costumbre.» (T. Febres C., Historia de los Andes, I, p. 128).

CHINGALÍ. Jacaranda pilicifolia. Bignoniáceas. Árbol de hojas bipinadas, y flores arracimadas, grandes, con co- rolas de un azul violáceo, blanca por dentro y 4 estambres didínamos, cápsulas leñosas, ovaladas, de márgenes ondu- lados. Portuguesa. Sin. Guarupa, Cupái. Ref. Pittier, 248.

CHINO, A. Adjetivo que en sus dos terminaciones ordi- nariamente se sustantiva. De ordinario significa lampiño, lo mismo que en Salv. Aplícase en Marac. a los indios gua- jiros que en clase de sirvientes van a vivir allí. En la Cord.



significa muchacho, pilluelo, rapaz, granuja, criado, y así se usa también en Col. y el Perú. CHINA, en Mérida, es india pura, muchacha, rapaza.–«De tiempo en tiempo –grupos misérrimos de mendigos goajiros, de indios traficantes, de “chinos” semicivilizados que vienen a hacer sus compras o a vender la “chinita” que se blanquea allá en la cabaña la- custre, ponen su nota auténtica, pintoresca, en el corazón de la ciudad.» (Pocaterra, Tierra del sol amada, 81). –En una actuación de encomienda de 1614 hecha en Acarigua (Mérida) se lee: «Y el dicho cacique Machicara también dió a este testigo hará ocho o nueve meses una china de hasta ca- torce años para Doña Gerónima de Peña.» (Salas, Tierra-fir- me, 309). Las acepciones de la voz varían algún tanto en el país de habla española. En Guat. y Salv. significa niñera; en Méx. y la Arg., criada mestiza; en Col. y Ec. criada, sirvien- ta; en el Perú, más o menos como aquí; en Chile, criada, moza de servicio, niñera, muchacha plebeya. Del quichua china, sierva, criada. –«Las chinas (que así llaman las indias mozas solteras criadas de las casas y conventos de monjas) se visten con una especie de enaguas muy cortas y un rebo- zo, todo de bayeta de la tierra.» (Ulloa, Noticias america- nas). Háblase en este pasaje de los usos y costumbres de los españoles de Quito. El diminutivo CHINITA es un término afectuoso, que usamos aquí como en Col.

CHIPE. Esp. de pez del Zulia. ||–Cierta semilla del Zulia (Med., 46). Vinea rosea, en el Zulia.

CHIPÉN. Árbol indeterminado del E. Lara.

CHIPICHÍPE. Donax denticulatus. Pequeña almeja que abunda en las costas del Or., de la que se hace considera- ble pesca, como alimento de la gente pobre. D. t. chipichipi (Cod., 223).


CHIPICHIPÁJE. Menudencia, minucia (Carmona).

CHIPIO. Ficus sp. Urticáceas. «Árbol grande, de muy lar- gas y fuertes raíces, llamado sío en otras partes, y también ubito, por semejanza, sin duda, a causa de la frutilla roja que produce, muy codiciada de los pájaros. Es de los árboles que destilan caucho.» (T. Febres C., Hist. de los Andes, I, p. 138).–
«Yo quedé cerca de él, dominándole desde un barranco y cu- bierto por un chipio.» (Romero G., Peonía, 273). Voz us. en el Tách. Sinn. Maitín, Sío, Totoco, Ubito.

CHIPÍTO. Ver QUIPÍTO. Us. en el Guárico. ||–Árbol de construcción del Zulia. Es una esp. de Phyllanthus. ||–«Ló- bulo del cráneo.» (Med., 46).

CHIPO. Ver QUIPITO. «Prefiero quedarme al raso... a tener que habérmelas con techos de ranchos donde hormiguean chipos, ciempiés, congorochos y escorpiones.» (Maldonado, Tierra nuestra, p. 236). Us. en Aragua.

CHIPOPORO. Árbol indeterminado, de fruto comestible. Crece en Occ. Quizá una Esterculiácea. En el Zulia es la Mucana Pruviens. Sin. Ojo de zamuro.

CHIQUE. «Aro de bejuco torcido en dos ramales con que se hace el haz de leña.» (Pic., 108). Us. en la Cordillera. «Voz tachirense aplicada al rodete hecho de hojas, trapo, etcétera, para que asiente mejor la vasija o bulto que se lleva en la ca- beza.» (Febres C., 129). Cf. Taguaní.

CHIQUICHÍQUE. Leopoldina piassaba. Palmera de hojas regularmente pinadas de hasta 5 m de largo, lisas, relucien- tes, con pecíolos de 11/2 m, espádices arqueado-colgantes, con 2 espatas. Tronco de 6 a 12 m de alto, cubierto de barbas


o fibras negruzcas, cerdosas, de más de un metro de largo, en que se convierten los pecíolos viejos y persistentes, que- dando al fin armado dicho tronco, al caer éstos, o cuando son cortadas aquellas fibras, de numerosas espinas cortas y muy duras. Crece en el Alto Orinoco, donde los indígenas utilizan tales fibras para fabricar espías muy usadas en la navegación fluvial. Estos cables son elásticos e incorruptibles, y aunque muy gruesos, flotan por su ligereza en el agua. El fruto se aprovecha para fabricar YUCÚTA. Ref. Ernst, La fibra del chi- quichique (en «Bolet. del Minist. de Ob. Públ.» 60; Ca- racas, 1891). ||–Subarbustos del género Cassia, fam. de las Leguminosas, empleados en la medicina popular. La C. in- decora es de hojuelas cuatriyugas, trasovado-oblongas, lam- piñas arriba, suavemente pubescentes debajo en los ramitos y pecíolos, con una glándula cilíndrica entre las del par más inferior; racimos corimbiformes multifloros, con flores amarillas; legumbre algo comprimida, lisa, lampiña. La C. obtusifolia es una mata anual, alta de 1 a 2 pies, fruticulosa, alampiñada; hojas con 2 a 3 pares de hojuelas, acuñado-aova- das, semiobtusas, mucronadas, algo pubescentes debajo, con una glándula entre los 2 pares inferiores; estípulas largas, li- neares, cerdosas; pedúnculo pancifloro; legumbre cuadran- gular, comprimida, lineal, con semillas achatadas, paralelas a las valvas. –«Prosperaba la ortiga y el chiquichique y abría su cáliz de oro el cardosanto.» (Urbaneja A., Cristela e Hilarión).
D. t. CHIQUICHIQUI. (Ben., Nº 31). ||– Árbol del E. Lara, cuya
madera compacta, de un amarillo claro, y el corazón gris ama- rillo, se usa para construcción.
CHIQUICHÍQUE. Sabañones de los pies, producidos por el cieno. Us. en Anzoátegui (la voz).
CHIRÁRE. Pequeña nasa de mimbre o varillas en forma de cono truncado, usada en el Bajo Llano para coger pece- cillos en pantanos o aguazales. Sin. CHUSMO.


CHIRASTÍ. «Originariamente cayapa o convite: hoy lo usan por baile, joropo.» (Febres C., p.129).

CHIRÁTA. Planta medicinal de Trujillo.

CHIRCA. Véase CHILCA.

* CHIRÉL. Véase A. –«¡Qué boca de margariteño para untársela de chirel!» (Maldonado, Tierra  nuestra,  353).
||–Flor ya cuajada del cacao. –«Por cada res que entre en una hacienda de cacao pagará el criador al dueño de ella doce pesos, por el daño en la flor o chireles, que es incal- culable.» (Reglamento general de policía, 1828; art. 577).
||–Capullo, estivación, prefloración, del cafetero.

CHIRELEAR. Aplicado al cacaotero, fructificar, comen- zar a cuajar la mazorca. Aplicado al cafetero, cuajar la flor, presentar el capullo; v.g. Este cacao está bien chireleado. El café de aquel tablón está chireleando.

CHIRELÍTO. Dim. y sin. de CHIREL (ají). –«Ya la comi- da no es como a me –gusta sino picante, como hecha para paladares de libertinos y con tamaños pedazos de ají, del más bravo que hay, de esos colorados que llaman chi- relitos.» (Cabrera M., La guerra, 312).

CHIRGUA. Vasija de barro, esférica u oblonga, de gollete corto y estrecho, destinada a transportar agua. Usábanla los indios guamos, según Gilii (Ensayo, II, 315). En sáliva chí- rua. D. t. CHIRÍGUA. Voz y objeto que usan en Occ. Geog.

CHIRICA. Árbol de construcción. Madera no muy pesada, de un amarillo claro y de textura algo astillosa. E. Falcón.


CHIRICÓA. Rallus chiricote. Ave zancuda cuyo pico es de un verde pálido, amarillento en su base; cabeza y cuer- po de un azul plomizo; dorso y alas de un pardo aceituna- do; remeras bermejas; pecho y vientre de un rojo pálido: rabadilla, región anal, cola y plumas tibiales, negras. Mide 14 pulgadas de largo. Domestícase con facilidad y emite un canto estrepitoso y reiterado en el que parece pronun- ciar el nombre que tiene. D. t. CHIRICÓCA. La voz procede, según Ernst, del guaraní ciri-curí, correr ligero. (Ver El Zulia Ilustrado, Nº 14). Sin. CÓITORA, COTÁRA, TERECA, GALLINETA DE MONTAÑA.

CHIRÍGUA. Véase CHÍRGUA. ||–En Mérida, «alcarraza o pimpina.» (Pic., 109). –«En nuestras manos hemos tenido muchas veces ollas, múcuras, chirguas, chorotes y otras piezas que usaban los aborígenes.» (Salas, Tierra Firme, 52). Ref. Med., 46.

CHIRIGUARE. Polyborus (Milvago) chimachima. Gran- de halcón, de cabeza, cuello, pecho y partes inferiores de un blanco sucio; lomo, alas y cola de un pardo fuliginoso, lo mismo que una faja que se dirige del ojo al occipucio; las 4 primeras rémigas están moteadas de blanco en su cen- tro, lo que origina una faja clara y trasversal en el ala. «Los colores de las partes desnudas de la cabeza varían consi- derablemente según la edad, el sexo y la estación. El plu- maje nupcial parece ser de estos colores: ojo bruno oscuro; espacio circunocular amarillo de cromo, que en la base de la quijada y mandíbula se degrada en amarillo sulfúreo; pico azulado pálido; patas verdosas.» (Cherrie, Ornitología de la región orinocense, p. 341). La librea de la hembra di- fiere un poco de la del macho. Aliméntase de reptiles que suele atisbar y cazar mientras se incendian las sabanas. Súbese a menudo sobre el lomo del ganado y come garra-


patas, escarabajos y otros insectos, y aun pececillos. Por- tuguesa, Aragua, Guayana, etcétera ||–Penuria pública. «Se aplica a la falta de dinero, y al necesitado que anda en bus- ca de él.» (Med., 46). Sin. FRANCISQUITO. ||–Después que samuro come, chiriguare roe: alusión al hábito del chiri- guare de roer los huesos de las carroñas. Cf. CARICÁRE.

CHIRIMORRIÑÓN. Anona sp. Variedad de chirimoya
semejante al riñón.

*  CHIRIMÓYA. Fruto del CHIRIMOYO. Voz quichua, que se compone, según Arona, de chiri, frío y moya, fruta.

*  CHIRIMÓYO. Anona cherimolia. A. reticulata. Árbol no muy coposo, de 15 a 20 pies de alto; hojas pecioladas, lanceolado-oblongas, glaucas, pubescentes o alampiñadas en el envés; flores hermafroditas, verdosas; perianto con 6 petálos; los 3 exteriores tomentosos en su cara externa, casi cilíndricos en su ápice; fruto globoso, tuberculado, amari- llento-verdoso, con la carne blanca o algo amarillenta; se- millas pardas. Crece en la zona fría de preferencia. Cobo II, 18. –«Chirimoyo, propiamente chirimuya, quiere decir el fruto de la pepita frígida, porque lo es en sumo grado, y molida en agua, mata los insectos, y esteriliza sus ovarios.» (Velasco, Hist. del reino de Quito, t. I, p. 28).

CHIRIPA. Blatta orientalis. Especie de cucaracha o co- rredora menor que la americana. El macho tiene antenas largas de 6 cm, palpos de 4 artículos ensanchados en los extremos, alas de un amarillo rojizo que cubren el abdomen, provistas en la parte posterior externa de nervios dispuestos como abanico; escama última del vientre bastante aplana- da, con dos largos estilos. La hembra es de un negro brillan- te; alas convertidas en globos laterales; último segmento


abdominal levantado en forma de quilla. Es alimaña muy común y perjudicial en las casas. A la altura de 2.000 va- ras no se encuentran estos animales incómodos y asquero- sos. (Cod., 226). Voz probablemente afín de SURÚPA, q. v.

CHIRÍPA. Especie de palmera del Orinoco, de frondes pi- nadas. Ref. Humb., Geog. de las pl., 228. ||–Árbol indeter- minado de Cumaná.

CHIRUÁRA. Bebida de los indígenas del Oriente, cuyo nombre cumanagoto es churuchur.

CHIRULÍ. Pájaro pequeño, de pico cónico, fuerte; mandí- bula superior ensanchada en su base, convexa en sus bordes, denticulada en el extremo; tarsos delgados, dedos gruesos; uñas largas, encorvadas; alas largas, con 16 remeras; cola an- gosta, truncada, con 10 timoneras. Mejillas, nuca y dorso de un negro azulado metálico; vértice amarillo; parte inferior de un amarillo claro; remeras negras con una mancha blan- ca hacia la mitad basal de las primeras; timoneras negras con manchas blancas por debajo; pico negro arriba; aplomado debajo; tarsos de un gris ceniciento; ojos pequeños, negros. Longitud, 8 cm; cola 2 cm; brazas 15 cm. Habita en Bar- quisimeto, etcétera. –«Sobre sus espigas balanceadas por la brisa vendrán a pararse hasta doblarlas, las bandadas alegres de los chirulíes.» (Cabrera M., Mimí, p. 181).

*  CHOCOLATE. Pasta hecha de cacao, y bebida prepa- rada con esa pasta. Del azteca chocolatl. Ref. Diez, Dicc. etimol, en la voz.

*  CHOCOLATERA. Vasija destinada a preparar chocolate.


CHOCOLATERO. Pyrrhococcix cyaneus. Cucúlidos. Pajarillo escansor de color de chocolate. ||–Pájaro de color chocolate que se hace grandes nidos de diversos materia- les. Lara. Sin. CUCARACHERO. ||–Dendrocolaptes longiros- tris. CARPINTERO CHOCOLATERO.

CHÓCORA. Especie de Gallinácea del Táchira. D. t. CÓ-
CHORA. Metátesis en uno u otro caso. Cf. CÓITORA, arriba.

CHOCHECO. Musa sapientum. Cambur guineo. Us. en el Táchira.

CHOFÓ. Machaerium sp. Árbol de Trujillo.

CHOGÉO. Turdus sp. (?) Especie de PARAULATA. Barinas.

CHÓI. Párvulo, niño de pecho. Us. en Mérida. Ref. Pic., 134.

CHOLA. Monacanthus occidentalis. (?) Pez plectognato de la fam. de los Balístidos. ||–Chancleta, babucha, chine- la o alpargata viejas. Us. en Coro y en el Alto Llano. ||–En pl., testículos. Occidente.

*  CHOLO. «Persona o animal a quien se mima.» (Pic. 133). Es palabra que en el Ecuador y el Perú se toma por indio o mestizo.–«A los hijos de los mulatos llaman cholos; es vocablo de las Islas de Barlovento, quiere decir perro, no de los castizos, sino de los muy bellacos gozones; y los espa- ñoles usan dél por infamia y vituperio.» (Garcilaso, Comen- tarios reales). –«Cholos (nombre que dan a los indios muchachos).» (Juan y Ulloa, Relación, etc). || CHOLITO MÍO! es frase maternal de cariño en los Andes de Venezuela. La voz, como se advierte, ha perdido su mala reputación.


*  CHONTÁL. «Persona demasiado burda y vulgar para expresarse» (Pic., 133). En el Salv. y Col. inculto, mazo- rral. Alusión a los indios Chontales de Centroamérica, que eran, según Herrera, groseros y serranos. (Déc., III, lib. IV, cap. 7). Ref. Cuervo, Apunt., 661.

CHORCHOR. «Especie de gorrión muy abundante en Venezuela.» (Pic. 85). Sin. COPETÓN.

CHOROCOCÓI. Thamnophilus naevius (?). Ave del Zulia.

*  CHORÓTE. Pequeño cazo de barro donde se cuece el cacao tostado y molido para mezclarlo con agua. ||–In- fusión de cacao tostado y molido y previamente despojado de parte del aceite que contiene. Esta bebida, llamada CERRÉRO en Occidente, se tomaba sin endulzarla, a eso de las 3 de la tarde, y era antigua costumbre, ya casi del todo abandonada. –«El chorote, que también llamamos simple- mente cacao, es la bebida criolla.» (Díaz, I, 160). ||–Árbol de construcción de Coro. ||–Método de sembrar el cacao, poniendo dos granos o semillas en el lugar escogido. Voz usada en el Yaracuy.

CHORRÓCO. Pez de río parecido al bagre, con barbillas, largo como de un pie. Haylos en el Bajo Llano pardos y ra- yados, y son buena comida. Es nombre del río Boconó cuando sale al Llano.

CHUÁO. Ave zancuda de Portuguesa y nombre geográfico.
Cyanocorax violaceus. Véase PIARRA.

CHUARE BLANCO. Ficus glabrata.

CHUBÍSCO. Iulus sp. CONGORROCHO. Us. en Lara.


CHUCHÚBA. Turdus sp. PARAULATA. Us. en Lara.

CHUCHÚI. Clusia sp. Árbol de Barquisimeto semejante al COPÉI, y su fruto, que produce una resina negra lo mismo que aquél.

CHUCHURÚCA. Especie de insecto del Táchira.

CHULÍNGA. PARAULATA (en Margarita).

CHÚMBO. Faja angosta de tejido de algodón, que hace oficio de talabarte para llevar el sable, o de correa, cuando es muy angosta, para afianzar o ceñir la manta o alforja en el arzón de la silla de montar. Del muisca chumpi o chumbi, faja, banda. –«Las mujeres usaban una manta cuadrada, que llamaban chircate, ceñida a la cintura con una faja, que en su idioma llaman chumbe o maure(Piedrahita, His., lib. I, cap. II, 12). D. t. chumbe (J. R. Yepes, Los hijos de Parayante; Pocaterra, Tierra del sol amada, 81).

CHUNGUTE. «Sopa que se prepara con la arveja tostada y molida: suelen llamarla también baile.» (Febres C., Hist., p. 131).

CHUPACACÁO. Ave cuyo canto imita su nombre. Ver
CACAO, arriba.

CHUPÁRE. Pez de mar de las costas de Margarita (quizá un Ráyido). Chupáre en cumanagoto significa pez raya.

CHURÍ. Cucurbita sp. Nombran así en Trujillo y Mérida una variedad de la AUYAMA. «Fruto de la familia de las cu- curbitáceas, mayor que la auyama.» (Febres C., 132).


CHURÍCA. Psittacus sp. Especie de loro o cotorra del Táchira. Del tupi kurika, que es nuestra CURICÁRA. Sin.
CHURIQUÍTA.

CHUSMITA. Ardea candidissima. Garza del Llano.

CHUSMO. Véase CHIRÁRE. «También usaban para lo mis- mo (i.e. para la pesca) de una especie de nasa que llamaban chusmo, y de otro aparato que nombraban pucime.» (D. Arreaza M., Nueva Barcelona, en «Cultura Venezolana». 1923, 45). Voz us. en el Alto Llano.

CHUSPA. Galipea cusparia. CÚSPA.–«En los grandes bos- ques de nuestros terrenos cálidos habita la chuspa o cuspa- ria.» (Ben., 40). ||–«Bolsa de piel que sirve de bastimentera para cargar avíos de caza.» (Gorrochotegui). Muy us. en el Alto Orinoco para guardar el yesquero, el tabaco y otros ob- jetos indispensables (Spruce). Geog.


D













DACÁGUA. Árbol de Coro y Barquisimeto, de cor- teza gris cenicienta cuando seca; madera compacta, de co- lor amarillento uniforme. Da trozos de 5 a 6 pulgadas de diámetro, con corazón excéntrico a veces.

DAGUÁRO. Caesalpinia sp. Árbol cuyo tronco es de unos 15 m de alto; madera de color encarnado menos vivo que la del BALAÚSTRE, al que se parece mucho también en el peso y en la resistencia; es excelente madera para las construccio- nes; su duración está probada tanto en el agua como a la in- temperie: también en la ebanistería puede ocupar un lugar distinguido, porque se presta mucho al pulimento; sus vetas son muy preciosas y sus colores muy suaves. (Apuntes esta- dísticos del Zulia, p. 41).

DAGUIPÁRO. Cierta planta resinosa. (Cod., 117).


*  DÁNTA. Elasmognathus (Tapirus) americanus. Impari- digitado de cabeza gruesa y comprimida, nariz prolongada en una trompa móvil, corta, no prensil; ojos pequeños, la- terales; orejas largas, móviles; pulmones de 1 m de largo, muy capaces, con grandes celdas; fórmula dental 3.1. (4.3)
= 44; lengua apenas movible, estómago tabicado, intestino de más de 30 m de largo; patas anteriores con 4 dedos, pos- teriores con 3, cola corta, piel gruesa, con pocas arrugas, cubierta de pelos cerdosos muy esparcidos; pelaje corto, abundante, convertido en crines de la coronilla a la cruz. Color pardo, a veces manchado. Longitud 242 cm, cola 8, altura 100. La anta o gran bestia, que con tales nombres la indicaron los colonos españoles, es un animal de hábitos nocturnos; escoge para vivir la espesura, abriendo trillados sen- deros, que llaman por eso CAMINOS DE DANTA los naturales. Nada bien, zambulle mejor, báñase con frecuencia en el agua o el fango, y huye en línea recta. La gestación es de unos 4 meses, y los pequeñuelos son manchados y listados, como los jabalíes. Es domesticable y hervíbora, y gusta de la sal; su carne es apreciada, y sus uñas, en especial la me- diana, y una concreción que se forma en el estómago, son muy ensalzados en la medicina popular contra la alferecía, accidente de que suponen padece el animal. Hay dos espe- cies en Venezuela, el E. terrestris y el E. dowii. Decíase an- tes ante y anta en vez de danta, con género masculino y femenino.–«Salen los Antes del río a comer paja tierna; los Achaguas están sentados entre la misma paja y saben reme- dar bien el eco de Ante: al tal eco responde la Anta (es lo que llamamos la gran Bestia) y ambos juntos vienen al reclamo del Achagua.» (Gum., I, 300; ed.) Sin. TAPIR, voz sin uso en Venezuela. Sobre el origen del vocablo DANTA, véase la dis- cusión filológica en Boussingault y Roulin, Viajes, etcétera.


DAPICHO. Resina fósil de una especie de Siphonia, usada en Río Negro par calafatear embarcaciones. –«Atribúyese a la mezcla de su jugo lechoso (el del yacio) con el árbol cur- bana la formación del dapitcho.» (Cod., 103). Del omagua tapichügh, de lo hondo de la tierra, según Martius.

DATO. Fruto de una especie de cirio, llamado por eso CAR- DÓN DE DATO (Cereus sp.). Lemaireocereus griceus. Es éste un árbol de 3 a 4 m de alto, muy ramoso, de color verde oscuro, lampiño; ángulos 8, agudos o comprimidos, con arista roma; surcos agudos, profundos; aréolas pequeñas, redondeadas, sa- lientes, separadas de 3 cm unas de otras; espinas 6, cortas, fuertes, rectas, blancas, 1 superior, alargada, 4 laterales, y 1 in- ferior más pequeña; baya globosa, purpúrea, con muchas se- millas diminutas, negras, envueltas en una pulpa encarnada, comestible, dulce. Elimínase por los riñones la materia colo- rante. Florece por la cuaresma y hay una variedad de fruto amarillo. Lara, Falcón. –«Preciso era recurrir a las entrañas de la providente fruta llamada dato.» (Tosta G., La patria boba, 49). Sinn. Yaguaraha (Ov. I, 326), Yaguarái. Reff. Ov., I, 312 (dacto); Cast., 2, Eleg. I, c. 1º, II, 331; Descr. de la lag. de Marac., 1579.

DAYA. Serpiente venenosa de Guayana, del aspecto de la mapanare. –«De ira ciegos, cual dayas impías | ataquemos la turba feroz.» (Gorrochotegui, Aramare, XXI).

DERÉGO. Árbol maderable. (Cod., 119).

DESCOROTAR. Quitar el extremo redondeado de un ob- jeto; destapar. Ejj. «A picotazos quedó el pollo con la ca- beza descorotada. Los monos descorotan el coco-de-mono para comérselo. Hay que descorotar los huevos y vaciar la clara.» Véase CORÓTO.


DESMAMONAR. Pelar, raspar, dispersar, deshacer; des- preocuparse, obrar sin miedo. –«Dicen que está ejmamo- náo pa hablá con un muerto.» (C. Peraza, Leyendas del Caroní, 331).

DIBÍBE. Cereus sp. HACHO. Voz ayamán o gayón, us. en Lara.

DIMÍTI. Geonoma macrospatha. Palmera del Casiquiare. CAÑA DE LA INDIA.

DIODÚRO. Cierta planta oleosa de Trujillo.

DIOMÁTE. Astronium graveolens. Anacardiáceas. GA- TEADO, TIBIGARO. Nombre que dan a éste en Occidente y Mérida.

DISPÓPO. Fibra extraída de una variedad de cocúi (Agave sp.) de Barquisimeto, usada en cordelería. Créese que es voz ayamán-gayón.

*  DIVIDÍVE. Caesalpinia coriaria. Leguminosas. Árbol que se alza 30 ó 40 y más pies, inerme, ramoso, corto de tronco, asaz corpulento (20 a 30 pulgadas de diámetro); ho- jas bipinadas compuestas de 15-5-9 pares de pínulas impa- ripinadas, formadas a su vez de 24-20-16 pares de hojuelas opuestas, sentadas, lampiñas; flores pequeñas blanco-ama- rillentas, en racimos compuestos; legumbre con 8 a 6 semi- llas. Madera pesada, compacta, de grano fino, durísima, peso específico 1.3; albura blanca, poco espesa; corazón ne- gro rojizo o negro intenso. Compite con la VÉRA en solidez. En 1906 hallóse todavía en buen estado, en Palmasola, cer- ca de Yaritagua, un fragmento de poste que mandó clavar allí en 1552 el Gobernador Villegas para marcar los límites de


la provincia de Barquisimeto. El fruto del DIVIDÍVE se usa en el curtimiento de pieles y es artículo de exportación. Contiene ácido elágico y se emplea contra la diarrea. –«Ay algunos bol- canillos que tienen tierra como azije o caparrosa que con ella y dividivi que es fruta de árbol con que curten los zapateros se haze buena tinta para escrevir.» (Relac. geog., III, 83). Las grafías dibidibe (en Descripc. de la lag. de Marac.) y dividivi apenas se usan hoy. Ref. Cod., 97.

DORODÓRO. Polyborus vulgaris. CARICÁRE. Parece pro- ceder la voz de algún dialecto andino. Doro, en sáliba, es
«gallinazo de cuello blanco», según la gramática anónima de esa lengua.

DURO. En el Occ. es un zoquete de madera que se usa co- mo asiento entre la clase proletaria. D. t. DURE en otros lu- gares. –«Dejé el dure en que estaba sentado y me fuí a ver la “huerta”.» (Romero G., Peonía, 224). Es el dure de los Caribes, que Carvajal explica así: «asiento a su vsanza con espaldar labrado y guarnecido de plumería, asiento solo de caziques y cappitanes.» (o. c., p. 341, nota marginal). Su forma, tal como la describe Simón, era como la de los ac- tuales BUTAQUES, pues refiere este cronista que el duho usa- do por los caciques o reyezuelos muiscas y por los piaches era una silla baja con respaldo inclinado y asiento levanta- do de guante y hondo al remate de dentro. La voz se ha en- vilecido. Su origen es taíno: duo se halla en Oviedo (II, 277). Castellanos conserva la forma duho. (Hist. del N. R., I, 65, 171, etcétera). En sáliba, durú. Sin. TURE, abajo.

DURUCÚLI. Nyctipithecus trivirgatus. CUSICUSI, arriba. Desusado.


E













EMBEJUCÁR. Ensogar, proteger con un tejido de bejuco o mimbre un objeto frágil, v.g. botella, damajuana, etcétera ||–Enmarañarse una planta trepadora. –«Pasaron por la quinta, donde embejucaba la trinitaria roja y tupida.» (J. Rosales, Bajo el cielo dorado, p. 62).

*  EMBIJÁR. Pintar con bija alguna persona o cosa. Ref. Cast., Cartag. Decíase tamb. embegicar (Tauste, 19, 115).

*  EMBÍJE. Pintura con bija.

*   EMBOSUGÁDO. Amarillento, ictérico (hablando de personas). Ver BOSÚA.

EMPETATÁR. Esterar los suelos de una habitación con petate, cubrir con él un pavimento de ladrillo.


*  ENAGUAS. Falda interior del traje mujeril. Reff. Cas., Ov., etcétera D. t. NAGUAS.

ENCABUYÁDO. Garrote provisto en uno de sus cabos con un cordón arrollado o tejido que hace de mango. En tal disposición suele decirse también que está EMPATADO. Es prenda y señal de valentones. –«A cada paso llegaba gen- te –inclusive el hombre del garrote encabuyado, barba en punta, pañuelo de madras.» (R. Bolívar C., Incógnitos pe- sares). –«¿Que qué hicimos?… Agarramos los encabulla- dos, nos batimos a la mitad del patio, soltámos cuatro ajos bien rajeados, –y salieron con el rabo entre las piernas.» (Picón F., Fidelia, 146).

ENCABUYAR. Aderezar el puño de un garrote con cor- dón o bramante.

ENCABUYERÁR. Poner a una hamaca o chinchorro la
CABUYÉRA, q. v.

ENCATUMARAR. Colocar un objeto o cosa en un CA- TUMARE. Voz usada en el Alto Orinoco.

*  ENCAUCHÁDO. Tela hecha impermeable con caucho.

*  ENCAUCHAR. Hacer impermeable una tela con caucho.

ENCAYAPARSE. Confabularse varios contra alguno. Véase CAYÁPA.

ENCOROTADO, A. Ahuecado, excavado, cóncavo. Véase
COROTO.

LISANDRO ALVARADO                                                                                     199

ENCHICAR. Atar un haz de leña con un bejuco retorcido. Véase CHIQUE.

ENCHOROTAR. ||–LOS OJOS: entornarlos, amusgar la vis- ta. Véase CHOROTE.

ENGUANEPAR. Guardar algo en guanepe. ||–Encerrarse, resguardarse. Alto Llano.

ENSABANARSE. Estar uno a sus anchas, estar de juerga. Véase SABANA.

ENTAPARADO. Negocio secreto, muy reservado. Véase TAPÁRA.

ENTAPARAR. Guardar una cosa en tapara. ||–Curar a al- guno del vicio de la embriaguez. D. t. taparear.

EREQUE. Comezón, prurito. ||–Enfermedad del banano y del cambur TOPOCHO así llamada en Zamora, Portuguesa, Cojedes, y MANCHA en el Guárico. D. t. HEREQUE.

ERICA. Abeja silvestre de cuerpo más o menos velloso; ca- beza pardusca, antenas con 4 artejos; tórax negro, densamen- te cubierto de pelo fulvo; alas traslúcidas; vientre apeonzado, negro, con los segmentos ribeteados de amarillo claro; anillo anal sin aguijón. Largo, 9 mm. Críasela en los campos. Miel más clara y suave que la de la GUANOTA. –«Ya ve, dotor; si us- ted quisiere comer las batatas con miel –¿De abejas? –De eri- ca.» (Romero G. Peonía, 227). –«Los dos nombres rubita y erica (dice Ernst) nos parecen restos bien curiosos de alguna lengua indígena: en el guaraní se llaman las abejas de ciruzu, palabras que se diferencian mui poco de las dos usadas en Venezuela.» (La Exposición, I, 340). Véanse Ruba, Rubita.


ESTAQUE. «Árbol cuya fruta tiene la propiedad de disol- ver las gomas de las muñecas.» (Febr. C., 132). Ver ISTUQUE.

ESTERCÚYE. Véase TURA. Voz ya desusada, aun regio- nalmente.

EYO. Árbol maderable indeterminado. Ref. Cod., 119.






----------------------------------------------